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martes, 13 de septiembre de 2016

Los frustrados por la cumbre MNOAL

Por. Basem Tajeldine y Laila Tajeldine 

La derecha venezolana se distingue de sus pares latinoamericanas, quizás, más por su torpeza que por su carencia total de moral y ética. Y no pretendemos decir que aquellas burguesías poseen algo de ésto último. En lo absoluto. Sino que han sabido disimular y disfrazarse mejor ante sus pueblos para evitar parecer payasos de mal circo. 
No nos entran los cortos pantalones de la derecha “venezolana” para poder entenderlos y saber cómo estarán sintiéndose luego de tantos fracasos políticos y golpistas. El hecho de no haber podido cumplir con aquella promesa de derrocar al gobierno del presidente Nicolas Maduro y lograr "el cambio" en los primeros 6 meses seguidos al 6 de diciembre de 2015 (luego de su circunstancial victoria parlamentaria), los coloca nuevamente en aprietos de perder total credibilidad frente a sus bases. Más reciente, prometieron que el 1 de septiembre sería la última marcha, y volvieron a fracasar. Ésta vez, vuelven a fracasarse por no haber podido evitar a tiempo la cumbre del Movimiento de Países No-Alineados (MNOAL) a celebrarse entre los días 13 y 18 del mismo mes en la ciudad de Margarita. #ReyesDelFracaso debería ser el "hashtag" a posicionar en las redes sociales en honor a ellos. Sin embargo, puedo imaginar que los seudo dirigentes de la derecha están muy acostumbrado en pasar el trago amargo con whisky del bueno pagado con los dólares del verdadero amo del circo: Estados Unidos.  

Algunos furibundos disociados no logran explicarse el cómo es posible que luego de tanta guerra mediática y difamación, el gobierno de Venezuela mantenga el reconocimiento internacional, esta vez, con la presidencia pro tempore de un espacio sumamente importante en las arenas multilaterales que reúne a más de 120 de los 194 países que componen a las Naciones Unidas (ONU).  Quizás muchos habrán olvidado que en 2014, el país obtuvo el respaldo internacional para integrar al Consejo de Seguridad de la ONU (CSNU); y en 2015, recibió el mismo apoyo para integrar al Consejo de los DD.HH. del mismo organismo. También ese mismo año, la FAO reconoció los grandes esfuerzos del gobierno venezolano en el cultivo y desarrollo del campo, al tiempo que desmentía la farsa de la existencia de una “hambruna” y "crisis humanitaria" aclarando que el país enfrenta la escasez de algunos productos de la cesta básica a causa de los especuladores privados.  

Hay algo que no cuadra para muchos en el mundo. Si lo que dicen los medios internacionales es cierto, entonces cómo es posible que un país al que Estados Unidos y toda la prensa transnacional dicen existe "caos" y "hambruna", “se cae en pedazos” pueda contar con tantos reconocimientos internacionales y, a la vez, tener la capacidad de celebrar una cumbre de semejante magnitud. 

Los visitantes extranjeros no son ingenuos. Muchos cuentan con misiones diplomáticas establecidas en la ciudad capital, Caracas, que han informado a sus respectivos gobiernos lo que realmente ocurre en Venezuela.

Sin lugar a dudas, Estados Unidos debe estár soportando el trago amargo por lo que significa una nueva victoria internacional venezolana. No solo porque ha invertido y perdido mucho dinero en los payasos de su circo, sino porque sabe que ahora Venezuela en la presidencia pro tempore del MNOAL será la voz valiente y vibrante que representará dignamente a 120 países dentro de la guarida del lobo, el CSNU para exigir el respeto a la Carta mil veces violada del organismo.

No obstante, los payasos de la derecha no se quedarán de brazos cruzados durante la cumbre MNOAL. Harán lo que mejor saben hacer: el show para tratar de llamar la atención del mundo y justificar el intervencionismo de su amo, pero sobre todo la paga que reciben.