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sábado, 29 de julio de 2017

Sanciones gringas fallidas

Por. Basem Tajeldine


Fue el anterior inquilino de la casa blanca, Barack Hussein Obama, quien explicando el “realismo político estadounidense” para la cadena estadounidense Vox dijo que su país siempre había buscado torcer el brazo de aquellos países insumisos a sus intereses por medio del chantajes económicos, diplomático, incluso hasta la fuerza. El torcedor de brazos reconocía que las sanciones económicas representan las mejores armas de chantaje imperial, pero no nunca reconoció su efectividad. ¿Hasta dónde las sanciones no pejudican los propios intereses de su país?

Tras las nuevas sanciones aplicadas por el senado estadounidense a la Federación Rusa, no sólo la Unión Europea sino representantes del mismo sector petrolero estadounidense se vieron obligados a manifestarse contra los geoestrategas imperiales ya que la iniciativa antirrusa podría dañar la competitividad de las propias compañías estadounidenses y obstaculizar la producción de petróleo y gas en muchos países fuera de Rusia.

Por ejemplo, el presidente de la Asociación de Servicios y Equipos de Petróleo de EE.UU., Leslie Beyer, ha eviado una carta al líder republicano en la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, en la que ha advertido que esa "dramática escalada" de sanciones propuesta pondría trabas a las compañías estadounidenses en los mercados mundiales y causaría "pérdidas en empleos y contracción económica". reseña RT*.

Finalmente, las hienas del senado estadounidense se salieron con las suyas provocando un cataclismo de críticas y reposicionamientos que quizás nadie esperaba en EE.UU. Bruselas está molesta con su “aliado imperial” estadounidense porque “las nuevas sanciones antirrusa perjudican su mercado energético y fueron tomadas sin consideración de los intereses europeos”**.

Contra Venezuela podría sucederá lo mismo. Ante las amenazas reiteradas desde el Departamento de Estado y de algunas voces del Senado  estadounidense, varias compañías petroleras estadounidense presentes en el país se verán afectadas por una misma política que ya demostró su fracaso en Rusia, Irán y Cuba. De la misma manera se verán seriamente afectadas varias refinadoras estadounidense cuyas plantas están sólo adaptadas a las especificaciones del petróleo venezolano.

Más recientemente, un lobby de refinadores estadounidenses fabricantes de combustible y petroquímica elevaron un documento a la Casa Blanca advirtiendo al presidente Donald Trump que “las propuestas sanciones petroleras contra Venezuela podrían perjudicar a las empresas y consumidores de los EEUU, al tiempo que no ayudarían a resolver los problemas de la nación suramericana, según una carta enviada ayer al mandatario. Entre otras consideraciones el mismo documento señala que unas 20 refinerías se abastecen del crudo pesado venezolano, para lo cual realizaron ajustes sustanciales para procesarlo se verán seriamente perjudicadas porque “practicamente no existen otras fuentes de suministro de este tipo de crudo, por lo que una suspensión de las compras a Venezuela, desestabilizaría el mercado mundial de hidrocarburos”***.

¿Quién podría creer que el resultado será diferente en Venezuela a lo ocurrido contra Rusia? ¿Cuánto dinero están dispuestos a perder los empresarios estadounidense en momentos de crisis capitalista mundial? ¿Acaso creerán que Estados Unidos es el único consumidor mundial de crudo? Bienvenida le dará el mercado de China y Europa. ¡Adiós gringolandia!

Fuentes



lunes, 10 de julio de 2017

Orgía de asesinos linchadores “por la libertad“


Por. Basem Tajeldine

Los últimos dos meses han sido los peores. La derecha se está jugando todo por el todo. Saborea el poder y derrocha manifestaciones de venganza, crueldad y ensañamiento contra la humanidad de los venezolanos identificados con el gobierno, y otros no necesariamente afectos. El mundo ha podido observar que en Venezuela se reproducen fuertes escenas de linchamiento que solo creíamos posible en México, Colombia, Libia, Irak o Siria, como el quemar a personas vivas porque parezcan chavistas, o golpearlos hasta la muerte. Es parte del plan que no ha tenido tapujos en hacer público la derecha venezolana. Pretenden amedrentar al pueblo revolucionario, intimidarlo para desmoralizarlo. Pero también desean generar un clima de ingobernabilidad y sensación de “guerra civil” que justifique la agresión estadounidense. Sin embargo, Estados Unidos no necesita, y nunca ha necesitado de reales pretextos a la hora que decida la agresión directa contra el país. De ésto último podrían encargarse los medios de fabricar.
Ayer presencié un cruel linchamiento. Comprobé con mis propios ojos lo que muchos hemos venido denunciando desde hace mucho tiempo: la derecha venezolana logró su objetivo de inocular el odio y deseos de muerte en amplios sectores de la sociedad venezolana.

Lo presenciado fue terrible. Un festín macabro de necrofilia desbordado. Una vez capturado el desafortunado, los jóvenes de la zona residencial de clase media bajaron de sus apartamentos con sus bates de béisbol en mano para descargar todo su odio y resentimiento contra la humanidad de quién, dijeron algunos, había cometido un robo. Nadie comprobó si era cierto aquello. Ya con un disparo sobre su cuerpo, desangrandose y golpeado por los primeros que acudieron a su linchamiento, ya inconciente el pobre, comezaba el festín del sádico linchamiento con los bates. Uno por uno y varios a la vez golpearon su cráneo y costillas. Finalmente, uno de sus asesinos se acercó y descargó una ráfaga de disparos sobre el cuerpo ya sin vida de aquel pobre que no tuvo tiempo de arrepentirse ni pedir clemencia. Una jauría de hienas y samuros desgarrando a su presa. El muerto ya estaba bien muerto, y los batazos continuaron por unos minutos más. Nadie quería perder la oportunidad de descargar su rabia. Muchos vecinos celebraron con pitos y algunas cacerola al grito de "-Maten a ese ladrón! -Debe ser un chavista! -Más fuerte! -Que muera! -Que muera ese maldito!"

De pronto una vecina indignada gritó fuerte "Nadie puede justificar esa aberración". ¿Y para qué sirvió su justa indignación? Para ponerla en peligro. Sus vecinos la insultaron gritando a todo pulmón "-Fuera maldita chavista!, Muere tu también! La asustada mujer tuvo que ocultarse.
Vivimos tiempos dificiles, de barbarie capitalista. Como en los tiempos previos y durante la 2da guerra mundial, ideologías nefastas paridas por los miedos de la burguesía vuelven al rodeo. Y como siempre, se apoderan de la mal llamada "clase media", a quienes hacen su peón en el tablero.

Desconozco a esos venezolanos que perdieron sensibilidad por la vida y horror por la muerte. Ayer presencié el culto a la muerte, el odio irracional de la enferma “clase media” venezolana, pero también la acción coordinada de grupos con entrenamiento militar que asesinaba con particular saña a una persona desarmada, indefensa. Grupos que se han apoderado de algunas zonas residenciales con el apoyo de sus propios habitantes, quienes más temprano que tarde se volverán incontrolables. Así comenzó el paramilitarismo en Colombia; grupos de “autodefensas” que luego cobraron independencia de sus propios patrocinadores. Venezuela se está colombianizado.

Qué pena y dolor siento! pero sobre todo, mucha importancia por no haber podido hacer nada. Amplias zonas del país se encuentran dominadas por peligroso grupos paramilitares y vecinos rabiosos que los apoyan.

El Estado tiene la responsabilidad y el deber de actuar a tiempo haciendo uso de su legítima fuerza (el monopolio de la violencia) para detener esta locura-aventura neofascista.

Basem Tajeldine